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Paso uno, aceptar.

U n día más sintiéndome Carrie Bradshaw y tal como ella estoy dispuesta a decir que todo lo que pienso y siento se relaciona con la temida enfermedad de todos y cada uno de los siglos: Los caballeros. Carrie siempre relaciona todo con los hombres, supongo que su columna y el nombre de la serie debió haberme dicho algo, sin embargo a veces es tan tóxica que nadie quiere identificarse con ella, bueno lo lamento mucho, no quiero ser así pero aquí estoy yo diciéndome a mí misma, ¿Por qué a veces me siento tan ella? Me di cuenta de mi enfermedad hace ya varios años, probablemente tenía 5 cuando me enamore del primer “caballero”, y mi madre lo recuerda perfectamente, le pregunte que si quería ser mi novio a lo que él dijo que lo pensaría, 18 años después, tengo fe en que lo sigue meditando, que yo no soy una decisión fácil. Para no alargar en demasía esta historia, llegue a la primaria, y me enamore cada año, pero es que para mí el amor romántico (no voy a mentirles), lo era todo. No s

POR un FIN

Primero es de relevancia aclarar que le pedí a Elsa que me ayude, como suelo hacerlo en estas épocas. Las buenas historias tienen finales felices, y eso me ha torturado algunos días, esta es una historia fantástica y el final no es precisamente el más maravilloso que haya sido planeado alguna vez. Sin embargo estoy muy bien. Tengo demasiados puntos en la misma vista.   Pensé en mi blusa azul de botones, en mis jeans “perfectos”, en mis zapatos cafés. Y en los demás. A ellos les diré que no perdí mi tiempo, se los gritaré a la cara, como lo hacía mientras que estaba en la situación, y seguiré rezando y pidiendo por tu causa, y seguirás en mi mente y en mis recuerdos, con un cierto porcentaje de la ropa en mi armario. Te encontraré en mis atuendos, te encontraré en una taza, te dibujaré una última vez, veré los vídeos y vibrare con las fotos, si las cosas pasaron, pero no del todo para esta cabeza, para este cuerpo y este corazón, porque alguna vez estuviste en un cien p

Oda a mis manos

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Afortunada soy de tenerte Sentido segundo de más de cinco Dos para todo como base Pero sólo cinco por situación Ventaja y labor, Fuerza delicada que se posee No soy nada si no lo que ellas son, Herramientas únicas que no erran Utilidades, habilidades Que lo que hagan, ¡siempre tenga pasión!, Ofender, resistir, llevar, guardar, Para iniciar la primeridad de su obra, Se hace magia, se hace daño, un cuento El valor de lo santo, Con sentimientos, sin cara, Con técnica y con mucha dedicación Oh fortuna de par de manos Precisas e indecisas, No dejo de pensarlas en momentos terribles Como se cierran, como se aprietan, Ante el mal. Como se abren, se expanden, vuelan, Ante el mar. Como desean, como huelen, como quieren Es que mis manos sienten sin tocar Quieren tenerte en un abrazo, Sentir tus labios con sus dedos Tibios por el retraso Y es que una oda a mis manos No es más que una mentira Es la excusa que uso Para no pensar En e

Tú en mí

Es que tu causa me tiene más que motivaba. Me haces creer en cosas en la que en efecto, si contemplaba pero no para mí, estaba ciega hasta que se te ocurrió tocar la puerta, abrir y luego prender el apagador. Y como tal el ejemplo, cuando hay luz, hay claridad, las cosas sólo pueden verse mejor o peor o simplemente no como las tenías pensadas.   ¿Hace cuánto no escribía? Es que me haces bien. ¿Hace cuánto no dibujo porque sí en las esquinas de las hojas que tengo a fácil alcance? Es que me levantas el espíritu. ¿Hace cuánto no escuchaba esa música con tanta atención? Es que las letras de nuevo tienen sentido, las melodías lo dicen todo, no sólo acompañan. ¿Hace cuánto no me gustaba alguien así? Es que no me acordaba de lo que el sentimiento del inicio era, olvide por completo los nervios y los miedos que se dan cuando no sabes que puede pasar, pero aun así confías en que lo que sea te hará el mayor bien posible, porque justo así empiezas a sentirte,

Teoría de los Apodos II

Nota del Autor: No es estrictamente necesario que lean la primera parte para entender este texto, es más, ya viene incluido en este en otro color, pero si gustan acá dejo el link: https://olgaglez.blogspot.com/2016/08/teoria-de-los-apodos.html   Un beso. Cuando escribí una primera parte no pensé por ningún motivo que tendría, unos cuantos años después, que escribir una segunda, que en todo caso, más que otro capítulo es un “Remake”. Para comenzar tenía 16 y a pesar de que sí tenía un par de parejas, no había nada en realidad que contar, estaba ahí hablando como una conocedora esencial de tratos y buenas palabras, cuando mis exnovios de ese entonces apenas me miraban a los ojos. Ahora, después de una relación verdaderamente significativa en mi vida, aún no soy una experta en 3 millones de cosas, pero si en vivir bajo un ilustre apodo el cual lleve ante, por ejemplo, mis exsuegros por casi cuatro años. Toda la preparatoria sabía que así nos llamábamos entre nos

Primer pensamiento sobre lo pensado

Digamos que se está acabando el mundo, sólo digamos. Y que la manera en la que hay que apoyarnos y salvarlo consta de no salir un largo tiempo de casa, les seré sincera para mí eso no suena nada mal, soy una persona bastante casera que disfruta mucho de su habitación y de su jardín entre otras cosas, entre otros huecos de casa. Pero no salir de esta no significa sólo eso. No quiero expandirme al respecto así que llegaré ya al tema que debo tocar: pienso mucho. Como una loca estoy creando imágenes, conversaciones, sucesos. En mi cabeza tengo diálogos que no me corresponden a mí y a ningún personaje en mi vida, tengo momentos en los que las cosas muy guardadas salen y me vuelven a apenar, o a enorgullecer o a simplemente a molestar. Los pensamientos me tienen atada a dudas, cómo porque las buenas aventuras son llamadas recuerdos y las malas experiencias, pasado, porque siempre queremos olvidar lo que sucedió antes, pero ojo ahí, sólo lo negativo. Continuando con mi pesar, n

Lo sabía

Quiero ser muy clara y precisa. Sin buscarte, sin querer encontrarte, sin quererte frente a mí de nuevo, pero sabiendo que eso algún día pasaría, y lo sabía cómo sé que la tierra es redonda, era, para mí un hecho: Algún día te vería de nuevo y dependería (depende) en qué mundo nos encontremos, tal vez nos intentemos amar, o solo platicarnos,   tal vez quisiésemos seguir donde nos quedamos, o empezar de nuevo, tal vez sólo nos saludemos y jamás nunca querer vernos, y luchar, y luchar muy fuerte contra la corriente de la vida que te reúne con esas personas que se convierten en parte de ti. Que son, fueron o serán el amor que tanto pregonamos querer. Y te vi, ya paso lo que pasaría. En un saludo ambiguo con una notoria falta de ganas de platicar, te encontré y está bien, no busco más, no quiero más. Como lo dije depende de esos mundos en los que actualmente nos encontramos. Mi corazón se agito, mi cuerpo se aligero porque eso pasa, tenía que devolverte la parte que me quede, que m